¿Cual horror?
Desafortunadamente un horror que se traduce en terminos de la desinformacion aun reinante entre algunos sectores de la poblacion , respecto a lo acontecido en los anos de las dictaduras del Plan Condor y de la falta de conciencia imperante en uruguayos que todavia se cuestionan si vale o no la pena insistir con las excavaciones, lo que es decir, con el tema de los desaparecidos.
 
Desaparecidos que ahora son noticia y que ahora parecen ser un disparador de la sensibilidad, de una opinion publica, que en democracia –libre ya de esos horribles dias de represion, sufrimientos, persecuciones y asesinatos-   parece impactarse ante todos esos sucesos, que dejan muy en claro, a las generaciones que se vienen y a la de nuestros dias, que el horror de aquellas jornadas dejo graves secuelas en la sociedad uruguaya.

Una de estas secuelas se relaciona estrechamente con la forma de asimilar cada uno de los crimenes cometidos. Crimenes que estan comenzando a revelarse: primero a traves de las sentencias judiciales dictadas contra los represores, como el Gral Gregorio Alvarez y sus otros pares recluidos en la carcel de la calle Domingo Arena; y segundo a traves de las tareas de excavacion realizadas por los antropologos argentinos, en procura de hallar los cuerpos de personas desaparecidas en los tiempos nefastos. 

Las excavaciones  estan dando resultados tristemente sorprendentes. Resultados que ratifican con dramatica elocuencia, todas las aberraciones cometidas contra personas que eran literalmente borradas de la faz de la tierra, por el solo hecho de tener ideas contrarias a las de quienes detentaban el poder. Dictadores y represores que formaron parte del terrorismo de Estado, encargado de defenestrar todas las pautas constitucionales de convivencia politica y social, por aquellos anos setenta, en paises como Uruguay, Argentina, Chile, Paraguay y Brasil.

En el Uruguay fueron tres los restos oseos hallados, pertenecientes a tres personas plenamente identificadas. Una de estas victimas fue el maestro y periodista Julio Castro, cuya importancia y destaque, en los medios de comunicacion de estos tiempos, no opacan en absoluto la importancia de las victimas cuyos restos aun no han sido hallados . Julio Castro, solamente es una referencia mas de la barbarie cometida. Pero hablando de Julio Castro,  me cabe mucho mencionar el sentir del colega y tambien maestro  Raul Legnani –redactor del diario La Republica- en un reciente editorial titulado “La Gran Batalla. Despues del crimen, la verdad esta en las Fuerzas Armadas”

“¿Por que nos duele tan hondo Julio Castro?.En primer lugar porque fue un enjuiciamiento a un uruguayo cuya unica arma era pensar libremente, con la unica intencion de superar la pobreza y la indigencia, asi como la mediocridad intelectual, a travès del acto educativo. Hasta podria decir que era un utopico, como lo hemos sido tantos. En segundo termino porque fue un maestro, hombre de origen humilde, que pudo avanzar en su carrera profesional gracias que en nuestro pais predominaban las ideas liberales y progresista del viejo Batlle, que permitieron construir un modelo de sociedad muy proximo a la socialdemocracia. Un batllismo que tuvo relaciones fraternas con las corrientes marxistas y racionalistas de la vieja Espana, que se manifestaron en las filas del Partido Comunista, del Socialista y del anarquismo. Este pequeno pais en materia territorial y poblacional tiene pocos pilares sobre los que se sustenta su construccion democratica: el artiguismo y la escuela publica, son las piedras fundamentales de nuestra razon de ser. Y Julio Castro es parte sustancial de esa esencia, y por eso duele en lo profundo del alma, y por eso la gente siente que estamos ante un crimen brutal, aunque todos los crimenes lo sean”-ha escrito  muy acertadamente Legnani, con quien no tengo una amistad directa, aunque en varias oportunidades nos hayamos cruzado, durante alguna cobertura periodistica,  en el Montevideo de los anos 90.

Raul Legnani, como otros pensadores y periodistas, asi han dado a conocer su parecer o su sentir.sobre estos autoritarismos. Apreciaciones que compartimos. Sentires de personas que han visto todo ese horror desde la fibra humana del comunicador comprometido con las causas sociales. Un comunicador muy diferente al comunicador de hoy, que por fortuna o por desfortuna, no ha podido vivir en carne propia horas y dias de persecuciones y de temores a una captura o a un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, serviles al dictador de turno.Un comunicador de otro tiempo, preservado de todo riesgo, aunque en ocasiones, bajo riesgo de ser indiferente, insulso e hibrido en sus valoraciones sobre los horrores ajenos y de terceros. Y si es asi sera su opcion , como opcion fue la del periodista Julio Castro y la de  los comunicadores de aquellos anos.

Aclaro, mis palabras no van en contra de los comunicadores del milenio que corre. No es mi intencion dirigirme exclusivamente a ellos en terminos tajantes o denostantes. Doy prioridad al hombre comun, como destinatario de mis expresiones. Al hombre comun que en estos dias ve, lee y oye, con mas frecuencia, detalles de los horrores de hace mas de tres decadas.

Horrores que se van materializando en las excavaciones que se estan realizando; horrores que se estan materializando dramaticamente cuando estas excavaciones definen a sus victimas con nombre y apellido ; horrores que se van materializando religiosamente en cada una de las indagatorias judiciales que estan en curso; horrores de tiempos de dictadura que tambien se materializan cuando determinados politicos de los partidos tradicionales todavia siguen arropados a la insania del autoritarismo que no ha sido ni es propio del batllismo relacionado fraternalmente con las corrientes marxistas de la vieja Espana , o del artiguismo evocado o invocado hipocritamente en los tiempos modernos, por hombres de partidos politicos tradicionales, muchas veces por compromiso y muchas veces por puro cinismo.

Habrà que preguntarse los motivos y las razones por las cuales, de algunos de esos personajes –de las tiendas tradicionales-  practicamente no se sintieron opiniones o sentires sobre los horrores de los tiempos de dictadura y en particular sobre el horror padecido por Julio Castro. Habra que preguntarse y bastante, o mejor dicho habra que preguntarles y bastante sobre todos estos asuntos de desaparecidos y crimenes, a esos personajes, los cuales hasta capaz atinen a darnos una respuesta satisfactoria, algo que dudo mucho, a como estan las cosas.

Y mientras procuramos respondernos sobre esas indiferencias o insensibilidades de gentes –de la clase militar y de la clase politica uruguaya-  que todavia sienten que esos horrores es mejor olvidarlos antes  que castigar a sus responsables materiales o ideologicos , personalmente no hallo mejor idea que ampliar detalles de la informacion del inicio, sobre la aparicion de material fotografico inedito de las victimas de los “vuelos de la muerte”, porque esos horrores, que existieron,  no son para almacenarlos en los anaqueles de la indiferencia, sino todo lo contrario, son para divulgarlos y para recordarlos publicamente, con el  estricto y unico animo de generar conciencia.

Una carpeta con unas 130 fotografias, de ribetes espeluznantes, de cuerpos hallados en las costas uruguayas, seran anexadas a la causa por los vuelos de la muerte, dice la noticia, difundida en los medios de prensa del Uruguay a mediados de diciembre del 2011.

Y se agrega:”La carpeta fue encontrada al azar en los archivos de la Comision Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington. Las fotografias ineditas pertenecen a la carpeta numero 37, de la mision que la CIDH realizo en 1979 en la Argentina, bajo el nombre de “Observation in loco”. El secretario ejecutivo de la comision, el argentino Sergio Canton, entregara la carpeta al juez Torres, magistrado a cargo de la megacausa ESMA, en la que cientos de represores estan siendo juzgados por crimenes de la humanidad”

Hombres y mujeres del Uruguay y de la Argentina sufrieron los padecimientos impuestos por los aparatos represivos del Rio de la Plata, es lo que ya conocemos, en ambas margenes. Y ahora con estas ineditas fotos nos toca saber ademas que:  “las decenas de fotografias, de cuerpos encontrados en las costas de nuestro pais, y que pertenecian tanto a ciudadanos argentinos como uruguayos, demuestran la sana con que se torturo y ejecuto. Los cuerpos atados de pies y manos, hacen presumir que fueron arrojados inmovilizados pero vivos al mar, evitando pudieran salvarse. Hay un hombre capado. Se observan fotos con violaciones realizadas mediante objetos punzantes, fracturas en las piernas y otros miembros, y destrozo total del craneo en algun caso. Las fotos pertenecen a  cuerpos hallados en la costa atlantica, pero tambien en la Laguna de Rocha, segun consta en la documentacion. En la misma carpeta 37 hay fichas de archivos policiales y de los servicios de inteligencia de Uruguay, segun aseguraron los periodistas del matutino Clarin, que tuvieron acceso a la documentacion”

Tal el horror que involucro a uruguayos y argentinos. Tal lo acontecido hace mas de tres decadas . Tal el terrorismo de Estado que impero en aquellos epocas. Terrorismo criminal del que ahora se habla mucho, y no por casualidad. Ya es hora de que se mire para atras, con muy buena memoria. Esa memoria que molesta a algunos, pero que nos dignifica a todos. Esa memoria , que mas alla de las epocas y de los hombres, ojala pueda revertir los andariveles de la impunidad, que no por vigente entre algunos y para algunos, nos sigue resultando odiosa y rastrera, y cuanto mas denigrante, porque no va con estos tiempos de progresistas, de frenteamplistas y de uruguayos o argentinos libres de dictaduras.