Con apenas 12 años, la niña era la encargada de llamar la atención (incluso hasta vestida de payaso) de los escribanos que estaban al frente de los sorteos de Grupo Disco y Tienda Inglesa. Estos, encantados con su simpatía y ganas de participar, la elegían para que interceptara en el aire el cupón ganador.
JuzgadodecrimenorganizadoFotoElPasAccesoprincipaldesedejudicialantimafiaFotoLaRepblicaLo que no sabían (ni el escribano ni los organizadores) era que la pequeña llevaba escondido bajo la solera un cupón ya completo, y que los que parecían ser sus padres eran, en realidad, un grupo de colombianos que llegaban al lugar minutos antes de realizarse el evento.
Simulaban hacer compras por el centro comercial, y al momento del sorteo la pequeña fingía querer participar. Conseguido el objetivo de que la eligieran, la niña esperaba a quedar "tapada" por la lluvia de cupones que tiraban hacia arriba y allí sacaba el que tenía consigo, que era entregado a la escribana como el cupón ganador.
Bajo esta modalidad y, fundamentalmente, por la habilidad de la niña colombiana lograron hacerse de tres Hyundai Accent sorteados por el Grupo Disco (en los días 30 de septiembre, 1º y 3 de octubre) y un Jeep Compass en Tienda Inglesa (10 de octubre ).
Finalmente, en el sorteo del 24 de octubre de Tienda Inglesa (cuando entregaban un Mercedes Benz cero kilómetro) la banda cayó a manos del departamento de PromocindelossorteosFotoSubrayadoComDelitos Económicos, que los estaba esperando luego de que la empresa hiciera la denuncia por sospechar, en el sorteo anterior, de la actitud de la niña y sus "padres".
Esto terminó con los tres colombianos (dos hermanos y una mujer) procesados con prisión por asociación para delinquir y delito continuado de estafa, además de un matrimonio uruguayo, conformado por un exfutbolista de iniciales H.B. (44), al comprobárseles vinculación en el hecho, ya que prestaron su identidad para completar los cupones "ganadores".
A todo esto, la pequeña niña colombiana se encuentra desde hace seis días internada en una dependencia del INAU, donde convive con otros 15 niños de su edad y pasa sus días a la espera de regresar a su casa, con sus padres.
Sin embargo, la situación es compleja, ya que la justicia uruguaya libró un pedido de captura internacional sobre sus progenitores, al comprobarse que estos cobraban a la organización US$ 750 por cada participación de su hija en sorteos, independientemente de si era elegida o no.
Justamente, este punto hizo que el caso de la niña fuera derivado a la órbita del Juzgado de Crimen Organizado, por la "posible y eventual situación de trata de menores con fines laborales y de estafa", explicó a El País el abogado del INAU, Edgar Marzarini.
"El regreso de la niña a su país se está trabajando para que sea lo más seguro posible y con garantías. Se está tejiendo todo a través del servicio diplomático, junto con la Justicia y el INAU. Esperamos que esto se pueda lograr a la mayor brevedad posible y de la mejor manera", resumió Marzarini.
Enterado de la situación, el consulado de Colombia en Uruguay se puso al servicio de la niña, para brindarle el respaldo necesario, según explicó a El País la cónsul Alicia Roa.
"Una de nuestras tareas es asumir la responsabilidad por los niños de nuestro país declarados en situación de abandono, aunque sabemos que el INAU es la autoridad competente. Ahora la niña está allí y nosotros nos encargamos de verificar que esté en buenas condiciones. Hemos comprobado que está siendo bien atendida. Estamos muy atentos a eso. Al momento de ser repatriada ahí sí actuaremos nosotros", enfatizó la cónsul, que dijo haber mantenido una entrevista con la pequeña.
"La niña está bien, está tranquila. Pues ella no es muy consciente de lo que le sucedió. Realmente no entiende mucho ni ha logrado dimensionar la situación", graficó Roa sobre el diálogo que mantuvo con ella. Actualmente convive con otros 15 niños de su edad, con los que se ha integrado "muy bien", aseguró a El País Mónica Nicolazzi, directora de la división Protección Integral del INAU.
Consultada sobre la situación de la familia en Colombia (ya que sus padres tienen un pedido de captura), la cónsul prefirió no hacer declaraciones por "la reserva que requiere el caso al tratarse de una menor".
Según Nicolazzi, la pequeña "está bien de ánimo y de salud" y se ha integrado "muy bien" con el resto de sus compañeros con los que convive en el INAU, a la espera de su regreso.
Fuente: Gastón Pérgola/El País