La discusión navegó sobre varios lugares comunes: desde el Frente Amplio se señaló que se instrumenta esta norma para dar el cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos contra Uruguay en el Caso Gelman, prevenir nuevas denuncias que afecten la imagen del país, evitar que prescriban los delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura en la búsqueda de la verdad y la justicia. Desde la oposición, con diferentes matices, se reivindicó los pronunciamientos populares de 1989 y 2009 calificando el proyecto de "inconstitucional".

La sesión comenzó a la hora 9.36 y luego de los asuntos entrados, un minuto después, Rafael Michelini (FA) comenzó el fundamento del emprendimiento. Las barras, desiertas, poco a poco comenzaban a tener mayor presencia, con la concurrencia de algunos integrantes de organizaciones de derechos humanos. “Es una decisión política”, afirmó Michelini. Señaló que existe “un compromiso de cumplir la sentencia de la Corte Interamericana y si no lo hiciera estaría omiso y las sentencias podrían llegar en decenas y decenas” que significaría estar “mancillando el nombre y el prestigio” del país.

También se refirió al tema de las prescripciones. “Yo no quiero que pese en mi conciencia ­que aunque yo creo que esto no prescribe y que no esté clarificado- se me pueda imputar de que no hicimos nada. Más allá de la verdad y de la justicia acá hay un talante que el Estado tiene que tener con las víctimas”, señaló.

Para el legislador del NE “hay dos formas de encarar este problema. Un problema es estar del lado de las víctimas, ampararlas, contenerlas, atenderlas, hacer todo lo posible con reparar esa situación”.

En cambio, “otro lado es obviarlas, no importarles, tener indiferencia”.

“Cada vez que se buscan restos de desaparecidos en las unidades militares, nadie puede garantizar que vaya a ver restos. Lo que estamos haciendo es todo lo posible para ponernos del lado de ellos para reparar esa situación, e incluso, para que una familia pueda enterrar como son nuestras tradiciones, a sus seres queridos”, afirmó Michelini.

“Nadie puede decir qué van a decir los jueces respecto a esta ley y a todos los antecedentes con respecto a que no prescriben los crímenes. Lo que sí podemos decir, y mirar a los familiares y a las víctimas que todavía están vivos a la cara y decirles: hicimos todo lo que podíamos hacer, no nos quedamos con nada”, afirmó Michelini.

Desde el Partido Nacional, Francisco Gallinal sostuvo que “lo que no se puede es violentar la voluntad popular”, aludiendo a los plebiscitos de 1989 y 2009. Gallinal cuestionó la participación del FA en el Club Naval y subió la temperatura del debate. “Hoy no tendríamos la discusión que tenemos si el FA no hubiera pasado por los cuarteles del Club Naval para negociar y arreglar lo que fue la salida arreglada y negociada de 1984″. “Acá nada se explica sin el Club Naval en el acierto o en el error. ¿Era mejor ese camino? No lo sé. El pueblo caminaba en un sentido para derrotar a la dictadura y un buen día se juntaron unos partidos políticos, no todos porque nosotros no estábamos, y dijeron, vamos a cortar el camino, y vamos a transar con el aparato militar, vamos a ponernos de acuerdo con el aparato militar porque además eso nos permite que no gane el Partido Nacional en la próxima elección, porque tenemos otra solución: metemos preso a Wilson Ferreira y entonces nos aseguramos que el Partido Nacional no gane”, afirmó Gallinal, con un “apoyado” de Lacalle, levantando los rechazos de la senadora Mónica Xavier, quien desde su banca le gritaba “eso es falso”, y también se escuchaban los reproches de Enrique Rubio (VA).

Fuente: La Red 21/Marcelo Márquez