"No estoy de acuerdo con el punto de vista del Papa, y me pregunto por qué el Papa no ha llamado a proteger a los musulmanes cuando les matan en Irak", se cuestionó el responsable de la gran institución del Islam sunita con base en El Cairo, según la agencia oficial MENA.
Cristianos_foto_6Cristianos_foto_1El Vaticano rechazó las acusaciones de injerencia: "El Papa (...) ha hablado naturalmente de la solidaridad con la comunidad copta atacada tan duramente, pero después también manifestó su inquietud e interés por las consecuencias de esta violencia sobre toda la población, tanto cristiana como musulmana", declaró el portavoz, Federico Lombardi, citado por la prensa italiana.
"En consecuencia, no vemos cómo este paso del Papa, deseoso de inspirar a todos la no violencia, puede considerarse como una injerencia", agregó.
Cristianos_foto_2"Hicimos referencia a un ataque contra una iglesia católica y por ello estamos inquietos por las minorías cristianas que sufren violencia, pero eso no quiere decir que queramos justificar o minimizar la violencia contra los fieles de otras religiones", explicó Lombardi, que atribuyó la reacción del imán egipcio a un "malentendido de comunicación".
Cristianos_foto_3Ayer el Papa Benedicto XVI afirmó que el atentado contra una iglesia copta ortodoxa de Alejandría, Egipto, en el cual murieron 21 personas que habían participado en la misa de fin de año, "ofende a Dios y a toda la humanidad".
Benedicto XVI, al hablar ayer durante el Angelus en la Plaza San Pedro del Vaticano, dijo que "este vil gesto de muerte, como colocar bombas ahora cerca de las casas de los cristianos en Irak para obligarlos a irse, ofende a Dios y toda la humanidad, que justamente ayer -por el sábado- oró por la paz e inició con esperanza un nuevo año".
Al finalizar el Angelus dominical, el máximo pontífice invitó a "las comunidades eclesiásticas" víctimas de la violencia religiosa a "perseverar en la fe y en el testimonio de no violencia" que -dijo- proviene del Evangelio.
Cristianos_foto_4Por otro lado, también ayer, el cortejo del jeque Ahmed al-Tayyeb, sufrió un intento de agresión por parte de un grupo de coptos que manifestaban en horas de la mañana frente a la catedral copto-ortodoxa de El Cairo.
El imán de Al-Azhar estaba saliendo de la catedral donde había presentado sus condolencias al patriarca de los coptos, Shenuda III, por el atentado de Alejandría, cuando algunos manifestantes intentaron agredir su vehículo.
Los guardaespaldas pudieron alejar a los manifestantes y decidieron que el imán permaneciera dentro del templo.
Protestas. En la plaza de esa catedral de la capital egipcia, centenares de personas se manifestaban ayer portando crucifijos de madera e imágenes de Jesús y de la Virgen, en protesta contra el atentado cometido en Alejandría.
En coincidencia, miles de coptos ocuparon un tramo de la costanera del Nilo, en protesta por la falta de policías, una carencia que según ellos está en la base del atentado contra la Iglesia de los Santos de Alejandría.
Estos manifestantes, provenientes del barrio popular Shubra, de mayoría cristiana, y de otras zonas, coreaban consignas contra "la carencia de policías", clamaban "venganza" y reclamaban "igualdad con los musulmanes".
Cristianos_foto_5Durante esas protestas, al menos 10 coptos fueron heridos en choques con la policía, que los trataba de dispersar a bastonazos.
Miedos. Un temor generalizado a que se agraven las tensiones religiosas imperaba en Egipto, al día siguiente del brutal atentado.
La prensa egipcia de todas las inclinaciones exhortaba a cristianos y musulmanes a mantenerse unidos, temiendo que la masacre provocase tensiones cada vez más graves entre las dos comunidades.
"Alguien quiere ver explotar al país" y provocar "una guerra civil religiosa" en Egipto, afirmó el diario progubernamental Rose al-Yusef.
Por su parte, el diario independiente Al Choruk advirtió que "si el plan (de los terroristas) marcha según lo previsto", Egipto podría verse sumergido en una guerra civil como la que ocurrió en Líbano en 1975.
Sin embargo, la estrategia del gobierno de tratar el atentado ante todo como un asunto de seguridad, que atenta contra todos los egipcios sin importar su confesión, fue criticada.
"No será posible contener el impacto de este acto criminal (...) sino haciéndole frente de manera franca y valerosa, sin meter la cabeza en la arena" frente a las tensiones interconfesionales, escribió el diario Al-Masri Al-Yum.
La hipótesis de un coche bomba, barajada en un principio, fue descartada por el Ministerio del Interior, que reveló que la masacre fue "probablemente" perpetrada por un kamikaze, que habría llevado explosivos de fabricación casera pero seguido órdenes "de elementos externos".
Según un responsable de los servicios de seguridad, fueron detenidas 20 personas para ser interrogadas.
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, denunció el sábado la implicación de "manos extranjeras" en la matanza.
Fuente: AP/AFP/ANSA