En forma paralela a las actuaciones judiciales ayer continuaba la búsqueda del líder de la banda, el colombiano Francisco Ramírez, que junto a otro colombiano y dos ciudadanos brasileños son requeridos.
Los colombianos Edison Orlando Duque Hoyos (27) y Admed Tabárez Zapata (41) fueron procesados con prisión por dos delitos de tráfico de estupefacientes, en la modalidad de depósito y transporte. Ambos habían sido detenidos por uno de los equipos encubiertos de la Policía Antidrogas en un taller de la zona de Capurro. Allí los ahora procesados se encargaban de acondicionar los tanques de combustibles de los montacargas, con un revestimiento de plomo para volver indetectable su contenido, y que eran utilizados como receptáculos de la droga.
La Operación Minotauro permitió incautar 119 kilos de cocaína de alta pureza que tenían Alemania como destino. Pero lejos de concluir con los procesamientos en el Juzgado Especializado de Crimen Organizado de 2° Turno, la investigación continúa. Los agentes antidrogas buscan un campo en la zona de Artigas, que se estima que los narcotraficantes podían utilizar para el trasiego de drogas. Otro campo en Colonia fue allanado el mismo día del procedimiento. Este establecimiento era una de las pantallas legales que Francisco Ramírez tenía desde su ingreso al país en 2002.
Fuentes de la investigación indicaron a El País que ahora comenzaron a examinar toda la documentación requisada a la organización. En base a ello los investigadores supervisados por el juez Jorge Díaz procurarán descubrir el entramado del lavado de activos.
Precisamente por esta razón el juez Díaz dispuso el cierre de fronteras para los restantes siete detenidos que fueron dejados en libertad ayer. El magistrado se propone establecer qué grado de compromiso tenían estas personas con las operaciones criminales.
Cabe recordar que entre los detenidos estaba la esposa del líder de la banda y su cuñada. Por este motivo, indicaron las fuentes, se cree que Ramírez podría no haber abandonado el país a la espera de poder reunirse con su mujer. No obstante, el narcotraficante posee numerosos contactos en Brasil y en Paraguay, países a los que se cree podría intentar huir.
Ramírez logró burlar a los agentes antidrogas cuando se dirigía al taller en Capurro. En ese momento, mientras otro equipo policial ingresaba al puerto y abría el contenedor que llevaba los montacargas con el alijo de 119,7 kilos, la Policía Antidrogas pretendía capturar al líder y cerrar el círculo en torno a la banda. Sin embargo Ramírez advirtió que era seguido y en una maniobra arriesgada escapó en su camioneta Suzuki Vitara, que abandonó en la zona de la Aguada. Y allí su rastro se desvaneció.
Uno de sus lugartenientes, otro colombiano, también logró escapar al cerco policial. Sobre ambos pesan órdenes de captura a nivel nacional e internacional, según indicaron fuentes de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas (Dgrtid).
Los procedimientos en tanto continúan en Montevideo y en el interior, particularmente sobre la frontera con Brasil. La Policía Antidrogas cree haber dado un golpe letal a la infraestructura y fachadas legales de la organización. Cabe recordar que en los procedimientos simultáneos que se desarrollaron entre el puerto de Montevideo y el interior del departamento de Artigas se incautó toda la flota de vehículos, incluidas motos náuticas, de la banda, así como la residencia del narcotraficante en el barrio privado de San Nicolás, en Carrasco, y uno de los campos en Colonia.
Ramírez es hijo de un poderoso capo de las llamadas "bacrim" -acrónimo de "bandas criminales"-, grupos que se conformaron tras la disolución de las Autodefensas Unidas de Colombia, los paramilitares que además de combatir a las guerrillas izquierdistas se dedicaban al narcotráfico. Mike Ramírez está en prisión desde 2006 luego que la Fiscalía General de Colombia reuniera pruebas en su contra por una megaestafa contra la institución financiera Bancafé. Precisamente con el dinero proveniente de esta maniobra, su hijo pudo establecerse en Uruguay con la compra de los dos campos y luego la creación de una empresa exportadora fantasma.
Otra banda: 30 kilos de cocaína en Neptunia
En Neptunia cayó una banda ayer a la que se le incautaron 30 kilos de cocaína. Su líder, Ricardo Houghman Guerrero, había sido enviado a prisión en 2006 por la Operación Campanita contra una red de narcotraficantes colombianos encabezada por Gustavo Durán Bautista. Houghman se encontraba ahora en libertad condicional, pero reconstituyó sus redes para traficar cocaína destinada tanto al mercado ilegal local como el internacional.
La Policía Antidrogas realizó tareas de inteligencia que le permitieron llegar hasta una vivienda en el balneario Neptunia donde fue detenido Houghman y los uruguayos W.H.H.A. y J.P.G.A. Además se les requisaron tres vehículos y equipos de comunicación y computadoras.
En forma simultánea a este procedimiento los agentes antidrogas detuvieron en dos hoteles de Montevideo a una mujer uruguaya de iniciales R.E.D.C.R. y a dos argentinos, M.N.C. y M.H.T.R., quienes eran los encargados de transportar la droga.
Fuentes de la investigación señalaron que este grupo se proponía asentarse en el tráfico de cocaína a nivel interno, para luego "saltar" a la exportación posiblemente con destino a Europa. Houghman integraba las estructuras de la red liderada por el colombiano Durán Bautista, una red que además tenía fuertes vínculos con el traficante Juan Carlos Ramírez Abadía, alias "El Chupeta", apresado en Brasil y extraditado a Estados Unidos. Este grupo es enemigo acérrimo de la otra red colombiana liderada por Mike Ramírez.
Fuente: Renzo Rosselló/ El País