"No hay controles vigentes suficientes para garantizar que el dinero de los contribuyentes se está utilizando en los propósitos (a los que estaban destinados)", dijo Fields.
Afganistn_foto_2Afganistanfoto_1La oficina de Fields, de carácter independiente, fue creada en el 2008 para fortalecer la supervisión de lo que auditores estadounidenses describieron como un esfuerzo de ayuda gigantesco y mal coordinado que ha lanzado unos 56.000 millones de dólares a Afganistán desde el 2002.
De esa cifra, unos 29.000 millones de dólares han sido destinados a fortalecer las nacientes fuerzas de seguridad de Afganistán, muchos de cuyos miembros no saben leer y están recién aprendiendo a disparar.
Otros 16.000 millones han sido destinados a intentar desarrollar al empobrecido país, donde la expectativa de vida alcanza apenas a los 45 años y sólo un 28 por ciento de la población ha sido alfabetizada, y para fortalecer al gobierno, dijo Fields, un mayor general en retiro del Cuerpo de Marines.
Expertos creen que tomará años construir un gobierno efectivo que pueda brindar servicios básicos en Afganistán, donde la corrupción y la falta de un sistema de justicia funcional han llevado a muchos campesinos a seguir a los talibanes.
Los esfuerzos por fortalecer al débil gobierno central de Afganistán y en muchos casos a su disfuncional liderazgo local ocuparon el escenario central al semana pasada, cuando una revisión de la Casa Blanca a la guerra de nueve años informó de un éxito militar parcial, pero advirtió que queda mucho por hacer para mejorar al gobierno y detener la corrupción.
Afganistanfoto_3El presidente Barack Obama está bajo presión para mostrar resultados en Afganistán en la primera mitad del 2011, para poder comenzar a retirar a las tropas estadounidense en julio.
Estados Unidos y sus socios en la OTAN esperan que las fuerzas afganas puedan asumir el control del país a fines del 2014, mientras Occidente busca reducir su participación después de nueve años de conflicto, que al nivel actual cuesta a los contribuyentes al menos 113.000 millones de dólares anuales.
Más de 700 soldados extranjeros han muerto en el 2010, el año más violento desde que los talibanes fueron derrocados en el 2001. Las víctimas afganas son mucho mayores.
Las actividades de reconstrucción de Estados Unidos son un componente importante de un esfuerzo de ayuda aún mayor que involucra a decenas de países donantes y cientos de grupos de pequeña y gran escala.
La oficina de Fields, conocida como SIGAR, describió en un reporte emitido este otoño boreal un "laberinto confuso" de agencias y contratistas en el esfuerzo ayuda.
Fuente: REUTERS/Missy Ryan