Una decena de agentes federales detuvo al uruguayo en una calle de Santana do Livramento el 15 de diciembre. Le atravesaron un auto en la calle, lo rodearon y le hicieron descender de su camioneta a punta de pistola para esposarlo y conducirlo ante la Justicia se ve en un video al que tuvo acceso la prensa de Brasil.
En Uruguay se sigue un proceso contra el detenido. Tras un allanamiento ordenado por el juez Jorge Díaz, titular de la sede de Crimen Organizado, la Policía reveló las armas y otros bienes requisados en el polígono de tiro propiedad de O.J.F.
El procedimiento a cargo de la Dirección de Investigaciones, fue ordenado por el Juzgado de Crimen Organizado y la Policía Federal Brasileña. Estaba bajo vigilancia desde tiempo atrás por la venta de armas de grueso calibre desde Rivera a Brasil.
En el allanamiento fueron encontradas armas y partes de armas, incluso 25 cachas de madera para escopetas, municiones y otros instrumentos. En el local había vehículos preparados para correr, con presuntas aparentes irregularidades, una potente moto y siete celulares. De acuerdo a la información divulgada ayer por Dornelles, de la Policía brasileña, las autoridades de ese país tienen elementos para probar que el uruguayo contrabandeaba armas desde Rivera hacia Brasil desde hace casi 20 años: en 1992. La Policía Federal estima que el detenido ingresaba 60 armas al Brasil. Si así fuera, en los últimos 18 años sería responsable por unas 13.000 armas ingresadas ilegalmente. De acuerdo a las estimaciones de especialistas, podría ser condenado a 15 años de reclusión.  La detención hace 15 días, del chofer de un ómnibus, que llevaba dos armas, propiedad del traficante uruguayo, se convirtió en la punta del iceberg que permitió detener a "un pez grande".
Fuente: El Pais/Rivera/ Fredy Fernández